lunes, 2 de marzo de 2009

Moyano pisa fuerte (MRP)

El camionero y titular de la CGT muestra sus intenciones políticas. Pone al Movimieno Obrero Organizado de pie en búsqueda de su participación histórica.
Se sabe: el 2009 será un año político intenso. Con la confirmación de la fuga de legisladores en el ámbito nacional y provincial, Kirchner exprime la imaginación para conservar el Poder luego de las elecciones de octubre. Desde la sede de la CGT, Hugo Moyano interpretó el escenario y le tiró un centro al titular del PJ: “Nosotros vamos a pedir muy firmemente la participación de los hombres de extracción gremial en todas las listas de concejales, diputados provinciales, diputados nacionales y senadores”.
El camionero sostiene que hay hombres capaces y que son mucho más valiosos que algunos dirigentes que ostentan grandes títulos universitarios. En realidad, Moyano sabe que puede ofrecerle a Kirchner algo que escasea por estos días: lealtad. Y el menú viene con el combo de la gran masa trabajadora acompañando la estructura del peronismo.
Para ello imagina como esencial al MRP (Movimiento de Reconstrucción Peronista) como el brazo político del gran conglomerado gremial que lidera. Prueba de eso fue el acto que este fin de semana hicieron en conjunto distintas Agrupaciones peronistas en un colmado “club Cárdenas” de Mataderos con más de quinientas personas y la presencia del Vicepresidente de la Legislatura Porteña Juan Manuel Olmos; la Legisladora, Silvina Pedreira; y el Dirigente de Sutecba e integrante de la Juventud Sindical Peronista y del MRP (Movimiento de Reconstrucción Peronista), Anibal Torreta, un hombre de suma confianza del histórico Secretario General de Sutecba, Amadeo Genta.
Anibal Torreta al hacer uso de la palabra, arremetió con fuerza, diciendo:
“El Movimiento Obrero siempre esta en los momentos mas difíciles de la Argentina y este es uno de ellos, por eso estamos junto a la Presidenta de la Nación para apoyarla y defenderla de esos sátrapas que quieren ver que Cristina se vaya en helicóptero como lo hicieron ellos, que nuevamente están creando esa Alianza nefasta que llevo a todos los argentinos al borde de la ruina, pero que luego nosotros, los peronistas, nos tuvimos que hacer cargo y ponernos al hombro el país para levantarlo”.
“También quiero seguir en la línea de nuestro conductor Hugo Moyano. El movimiento obrero va a volver a pelear por puestos de poder, ya sea como funcionarios, concejales, legisladores, diputados o senadores”, porque tenemos la firme convicción que el movimiento obrero debe volver a ser la columna vertebral del peronismo y en esa tarea estamos.
El pasado jueves, Hugo Moyano brindó una entrevista al diario Página/12 donde no esquivó ningún tema. Siguiendo la línea política, se mostró optimista respecto a las elecciones, en contrario a lo que indican los sondeos que publican los medios. Como argumento esgrime que en Argentina se aumentó la jubilación, los sueldos docentes y se brindaron créditos para el consumo. Según su visión, esto no se dio en ningún lugar del mundo durante los últimos meses. Cree que la crisis no se profundizó en el país debido al buen accionar del gobierno.
El titular de la CGT parece saber de ese proverbio chino que dice que “cada crisis presenta una oportunidad”. En este caso, la posibilidad de incrementar la presencia de la población trabajadora dentro del mundo político. Ya desde el año pasado pedía que el 33 % de los candidatos provengan del mundo gremial.
En este sentido, cada vez que tiene la posibilidad, Moyano suelta la verba y habla como candidato y defensor de la gestión. Dijo que los hombres del campo no “pueden vivir presionando constantemente”. No sin razón, declaró que el gobierno le dio facilidades al campo que no le brindó a ningún otro sector. “A todos los sectores nos falta algo. No pueden pensar que en esta crisis ellos van a estar bien y el resto seguir como está”.
Lo que se desgrana en estos días, es que Moyano sin descuidar su extensa actividad en la Confederación General del Trabajo y más allá de la suerte del oficialismo en octubre, está determinado a politizar aún más el Movimiento Obrero.